TECATE COMUNA YA PASÓ, YA FUE, YA SUCEDIO… pero VOLVAMOSLO A VIVIR .

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El fin de semana más esperado de Puebla ha triunfado como ya se le ha hecho costumbre, ahora en su octava edición, con más de setenta y cinco mil asistentes y un sold out anunciado a dos semanas del evento, el Comuna se ha galardonado como uno de los festivales más importantes del centro del país, que cada año desde su primera edición, convoca a miles de asistentes de otros estados vecinos, y no tan vecinos, a vivir doce horas continuas de música en sus distintos escenarios, este año, no fue la excepción.

@pyromaniamx

A unas horas de vivir una nueva edición del @Tecate Comuna ¿Estás listo? 🤯 Aquí algunos chismes y consejos 😅 Presenta: @Apodaca Group #tecatecomuna #fyp #panteonrococo #cholulapuebla #humor

♬ Esqueleto – Victimas del Dr. Cerebro



Y es que el cartel anunciado desde finales de mayo no ha dejado morir el espíritu rockero e indie que ya caracteriza al Tecate Comuna, quien también se arriesga a darnos entre sus exponentes, otros géneros que no hacen más que enriquecer la gama de colores que hacen vibrar Cholula.

Fue este pasado sábado que vivimos la edición 2025, fue a las doce del día que se dio el banderazo para abrir puertas a un día lleno de música dividida entre cuatro escenarios.

Entre los primeros en encender el ambiente, Rubytates tomó el escenario Tecate poco antes de las dos de la tarde. A pesar del sol en su punto más alto, la audiencia no solo respondió: se entregó por completo. Nada que una cervecita fría no pudiera equilibrar mientras los fans coreaban temas como “Fuera de este mundo” y “Despertar”.


La sorpresa llegó cuando María, vocalista de Disco Bahía —quien minutos antes había abierto el escenario OPPO— se unió a la banda para interpretar “Desde Cero”, su colaboración. Un momento que se sintió como un regalo para la bandita tempranera que ya había llegado con toda la energía.


Así empezaba lo que se perfilaba como una tarde repleta de fiesta, los grupos de amigos, familias y parejas llegando al festival convertían poco a poco el Foro Cholula en un verdadero océano de gente, moviéndose de un lado a otro entre los puestos de comida, la cerveza bien fría y los tragos coquetos que llamaban desde lejos.

Podías percibir la emoción de estar rodeados de música, y tal vez esperar al anochecer para disfrutar de los headliners.

Entonces dieron las cuatro de la tarde y llegamos a Midnight Generation, un espectáculo que definitivamente tienes que vivir una vez en la vida, es impresionante la energía que se contagió de un extremo a otro con el talento que derrocha la agrupación originaria de Chihuahua, desde “Young Girl” hasta “Don’t Wait Up” no dejaron que el público dejara de bailar y vivir el funk al máximo.

Y aquí uno de los retos más grandes del dia, decidirnos entre Meme del Real y Kevin Kaarl, la decisión no fue fácil y aunque lo pies al final del dia no perdonaron, pudimos ser parte de la mitad de cada show, porque ya el sol estaba por esconderse, era justo y necesario tener algo de melancolía de ambos intérpretes, quienes hicieron lo propio en cada escenario, dando entrada a lo que sería una noche espectacular en Cholula, Puebla.

Llegando el turno de Julieta Venegas y Siddhartha, a pesar de haber sido un momento un poco caótico por la prisa de poder llegar a cada escenario y no perderse de ningún minuto del show, ambos nos regalaron una tarde inolvidable, por su parte Julieta regalándonos éxitos “Limón y Sal” “Andar Conmigo” y uno de éxitos más recientes que han tomado popularidad “A donde va el viento” donde más de uno soltó la lagrimita por “Nadie nos va a extrañar”

Siddhartha por su parte encendió la noche con “Diamantes” “Únicos” y el acompañamiento de un mariachi con “00:00”, una presentación que estoy segura causó eco en las calles más lejanas de Cholula: escuchar a miles coreando “Tú y yo y tú” fue un estruendo que Puebla no olvidará en años.

Así como llegamos a uno de los momentos más esperados de la noche, la presentación de Zoé, de pronto nos transportamos a los dos mil y nos encontráramos frente a un baúl de recuerdos de la secundaria, la prepa y esos momentos que nos han hecho sentir vivos, y si, “Memo Rex” “Campo de Fuerza” “Vía Láctea” y “Arrullo de Estrellas” fueron solo algunos de los éxitos que hicieron de la noche un recuerdo inolvidable para los asistentes, quienes a pesar de algunas fallos en el audio, nunca dejaron que los ánimos cesarán, haciendo de la nostalgia, la protagonista del show.

Después, el slam, el ska, y el retumbar de los saxofones, guitarras y batería, tomaron el control , Panteón Rococó se hizo cargo de incendiar la noche con su regreso a los escenarios tras la ausencia de Dr. Shenka por temas de salud. Y es que pareciera que treinta años de trayectoria no son nada en comparación con la energía con la que la banda sacudió el escenario OPPO, contagiando a los que tuvimos la oportunidad de vivirlo en vivo de unas ganas inmensas de bailar y armar un slam con quien se nos atravesara por enfrente, canciones como “Acabame de Matar” “Noche” “La Carencia” “La Dosis Perfecta” y muchos más, fueron parte de un setlist de hora y media que se pasó en un cerrar de ojos, no importando la polvadera en la que se convirtió el Foro Cholula.

Y entre Foster The People y la Maldita Vecindad, el Tecate Comuna de dividió en dos bloques de miles de personas, los pachucos por un lado, aquellos a los que nos duele la rodilla del frío, acompañados de hijos incluso, optaron por ir al escenario donde los intérpretes de Kumbala hicieron lo propio, haciendo de su presentación, un viaje por el tiempo que nos hizo olvidarnos de las piedras que lastimaban los pies, y bailamos como si no hubiera un mañana.

Por otro lado, Foster The People, en su primera vez en Puebla, conquistó a quienes asistieron solo para verlos. “Coming of Age”, “Style”, “Houdini” y “Pumped Up Kicks” sonaron impecables. Aun así, hubo momentos en los que el público parecía desanimado; los visuales y el setlist fueron perfectos para la noche fría, pero algo en el ambiente no terminó de conectar al cien.

Casi terminando la noche y con pocas presentaciones por ver, Molotov empezó a despedir un festival que para muchos es la reunión del año con amigos, o simplemente el desahogo laboral de casi un año.

Al unísono pudimos escuchar a miles de asistentes corear “Gimme The Power” “Frijolero” “Rastaman” e incluso “¿Comprendes, mendes?” pues Pato de Control Machete los ha estado acompañando en la gira que tienen por la celebración de los treinta años de trayectoria. Y es que Molotov pareciera tener la receta perfecta para prender los motores de un público que tiene caminando doce horas de un escenario a otro.

Ya para cerrar la noche y como cereza del pastel, The Wookies y Las Victimas del Doctor Cerebro fueron la receta perfecta para apagar las luces del Tecate Comuna, por un lado el techno y la frescura de los Wookies, “Me pregunto- Remix” “Discotechno” “Toro” hicieron despegar el alma del cuerpo para soltar lo abrumador que puede llegar a ser un día tan emocionante, y que con la invitación de Silverio para “Ora pinches v*rgas”, le exploto la cabeza y las caderas a más de uno.

Cerca de las dos de la mañana ya con los pies destrozados, el cuerpo a punto de partirse en dos, la cara llena de tierra y los tenis rotos de tanto caminar, la llegada de las Víctimas del Doctor Cerebro fueron un respiro entre tanto caos y  la despedida perfecta a un día tan memorable, los aferrados a la música no dejaron morir la noche, bailaron y gozaron de una presentación que tuvo de todo, desde lluvia de basura, slam de pura morrita, Dr Abulón bailando desde la cabina de audio, pasando entre el público, y haciendo que todos dejen todo de ellos en la pista con rolitas que no podían faltar como “Nahual” “Muñeca” “La Tamalera” “El esqueleto” entre otras, nos dejaron claro porque la agrupación es considerada, patrimonio musical de Mexico.

Las decisiones para correr de un escenario a otro fueron complicadas. Veintinueve bandas, cuatro escenarios y música sin parar: el sueño de cualquier melómano… lástima que los pies no siempre aguantan tanto. Pero se disfrutó, se bailó, se gozó y se vivió cada momento. ¿Qué más se puede hacer con un cartel tan diverso como el del Comuna?

Ahora hablemos de los aspectos a mejorar, porque aunque la evolución del festival es notoria, hay puntos que el público agradeceria si mejoraran:

  • El terreno:  Fue notorio que se aplano, pues los desniveles fueron menores que el  año pasado, sin embargo, las piedrilla grande lastimaba mucho los pies, y en la noche con la falta de luz por varios puntos del Foro Cholula, hubo varias personas que tropezaban al caminar.
  • Seguridad en los puntos de acceso: En años anteriores, hubo uno, incluso dos filtros donde te checan tus boletos antes de llegar al acceso principal, este año, estos filtros brillaron por su ausencia, lo que derivó en un portazo de los que muchos no supimos hasta salir del festival, dejando un sabor agridulce a quienes pagaron con anticipación sus accesos y sobre todo, la incertidumbre de que alguien accediera con otras intenciones que no fueran las de simplemente disfrutar del festival.
  • Organización : Especialmente durante los headliners. Después de Kevin Kaarl, la gente corrió en masa hacia Julieta Venegas, formando una avalancha peligrosa. Sería ideal contar con señalización y seguridad recordando lo básico: no corro, no grito, no empujo.
  • Precios de cerveza: En los stands oficiales que se encontraban distribuidos por todo el festival, el precio anunciado era de $180, sin embargo, las personas vendiendo en cubeta, llegaron a elevar los precios, ofreciendo la cerveza hasta en $300, y aunque es entendible que a veces tienes que pagar un extra por no hacer fila y tener la chelita sin perder tu lugar entre el público, estos precios volaron la cabeza a más de uno.

Aun con estos detalles —que ojalá el tío Comuna escuche—  pareciera que al día de hoy Puebla aún vibra con los sonidos de un festival que se ha vuelto el encuentro de grandes exponentes de la música, volviendo de este, un dia para escuchar a tus bandas favoritas, pero también para conocer a otras que se volverán parte de tu soundtrack de vida, un evento que los grupos de amigos, las parejas más enamoradas, familias, e incluso el que se aventuró solo y conoció a nuevas personas, guardaran en sus recuerdos como uno de los días placenteros de su vida.

Porque la música es para eso: CONECTAR.

¡Nos vemos en 2026!

Fanny Varela

Amante de la música en todas sus formas, siempre buscando enriquecer mis playlist. Creadora de contenido en Pyromania. “¡Música! Melancólico alimento para los que vivimos de amor”.

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