El pasado 11 de octubre, el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes se tiñó de rojo carmesí para recibir el regreso triunfal de uno de los festivales más aclamados por los fans del metal extremo: Night of the Living Death, en su quinta edición.
Organizado por Eyescream Productions, el evento no solo reafirmó su reputación como un referente del género, sino que demostró por qué cada una de sus entregas se convierte en una experiencia que marca historia dentro de la escena.
Desde temprano, el público respondió con puntualidad y pasión. La apertura estuvo a cargo de los colombianos Eshtadur, quienes fueron recibidos con entusiasmo por una audiencia que ya coreaba sus temas. Con un sonido sólido y presencia escénica impecable, encendieron la mecha de una jornada que prometía ser inolvidable.








El turno siguió con el debut en México de Nidhogg, proyecto proveniente de Polonia que combinó teatralidad y brutalidad con precisión quirúrgica. Su vocalista, conocido por su participación en otros proyectos del underground europeo, cautivó a los asistentes con una puesta en escena intensa y visualmente impactante. Su presentación fue un auténtico descubrimiento y dejó claro que el público mexicano quiere volver a verlos pronto.





Después llegó el momento de Hate, viejos conocidos del público nacional y una de las bandas más queridas del cartel. Su presentación se sintió como el reencuentro de viejos amigos: potente, honesta y con una conexión instantánea con los fans. Coreos, mosh y una energía desbordante convirtieron su set en una celebración colectiva del death metal.








La brutalidad continuó con Vltimas, uno de los actos más esperados de la noche. Desde los primeros acordes, el público respondió con un rugido ensordecedor. Fue una presentación impecable, intensa y envolvente, donde cada tema fue recibido como un himno. El trío se adueñó del escenario con una fuerza que reafirmó su estatus como una de las bandas más emocionantes del cartel.






La locura se desató con Massacre, que ofreció un show visceral y demoledor. El público, completamente entregado, convirtió la explanada en un mosh constante; gritos, empujones y euforia colectiva marcaron uno de los momentos más caóticos y memorables de la noche.






Sin tregua, Deicide irrumpió sin previo aviso con “When Satan Rules His World”, detonando una descarga de puro death metal. La banda veterana se mantuvo fiel a su esencia: directa, brutal y sin adornos. Glenn Benton, entre gritos y sonrisas cómplices, interactuó con el público, consolidando una de las presentaciones más esperadas del festival.






Y finalmente llegó el acto principal: Behemoth. El escenario se cubrió de luces y humo mientras Nergal emergía con su inconfundible presencia. Entre temas de su más reciente material y clásicos de su carrera, ofrecieron un show que combinó precisión, misticismo y fuerza, cerrando la noche con una puesta en escena majestuosa que dejó al público hipnotizado.









Night of the Living Death V regresó en todo lo alto, confirmando que no importa cuánto tiempo pase entre ediciones: cada vez que este festival resucita, lo hace con una calidad insuperable y una pasión que solo Eyescream Productions puede garantizar. Fue una velada intensa, brutal y absolutamente inolvidable para todos los amantes del metal extremo.
📍 Evento organizado por Eyescream Productions, a quienes agradecemos por confiar en nosotros y por traer de regreso uno de los festivales más importantes del país.





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