Mientras los fanáticos esperan con ansias el nuevo álbum que Motionless in White tentativamente preparado para 2025, vale la pena mirar atrás y reconocer el camino que ha llevado a la banda a consolidarse como una de las fuerzas más poderosas del metalcore.

Su historia discográfica comenzó en 2009 con When Love Met Destruction, un trabajo que dejó entrever la crudeza y el potencial de su propuesta. Un año después, en 2010, el lanzamiento de Creatures terminó de catapultarlos hacia la escena mundial, convirtiéndose en un clásico de culto entre sus seguidores.

La evolución continuó con Infamous en 2012, un álbum que amplió su espectro sonoro y visual, y que dejó claro que Motionless in White estaba dispuesto a reinventarse sin perder su identidad. En 2014 llegó Reincarnate, un disco que los consolidó en festivales internacionales y reforzó su lugar dentro de la escena.

El 2017 trajo consigo Graveyard Shift, un proyecto en el que perfeccionaron su estilo. Dos años después, en 2019, presentaron Disguise, reafirmando su estética y su capacidad de conectar con emociones profundas y sombrías.

Su disco más reciente, Scoring the End of the World (2022), marcó un punto de madurez artística: un álbum contundente que exploró nuevas capas, y que se convirtió en uno de los lanzamientos más aclamados de su carrera.

De momento, Motionless in White ya tiene fechas programadas en Europa, con una gira de conciertos.
Esto marca una nueva etapa de expansión internacional mientras los fanáticos esperan su próximo álbum, que promete redefinir nuevamente su sonido y su impacto en la escena.