El pasado 29 de noviembre, el Estadio Fray Nano se convirtió en el epicentro del caos nu metalero con la llegada del Luzerville Gringo Papi Tour, encabezado por Limp Bizkit y acompañado por un cartel de seis bandas que hicieron vibrar a cientos de fans desde las primeras horas del día.

Aunque el cambio de venue —del Estadio Banorte al Fray Nano— generó polémica, la realidad es que el público lo recibió con entusiasmo. Un espacio más céntrico, mejor conectado y de acceso sencillo permitió que el ambiente fuera aún más intenso. Y desde temprano, una señal inequívoca de que sería una noche especial: un mar de gorras rojas inundando el recinto.

Slay Squad encendió la mecha

Los encargados de abrir la velada fueron Slay Squad, quienes desataron energía pura desde el primer segundo. Saltos, gritos de “SQUAD!” y una conexión inmediata con el público marcaron un arranque explosivo. Su entrega fue total y sorprendió incluso a quienes no los conocían.

Riff Raff: sorpresa sobre sorpresa

Sin aviso previo, Riff Raff apareció en el escenario y lanzó un set de rap que tomó a todos por sorpresa. Aunque el público lo observó con más curiosidad que intensidad, el ambiente explotó cuando Fred Durst apareció brevemente para animar al público.

Ecca Vandal: una revelación

Luego llegó el turno de Ecca Vandal, una de las presentaciones más celebradas del día. Con carisma, energía y una camiseta roja de la Selección Mexicana que encendió aún más al público, Ecca se ganó aplausos, coreos y el corazón de muchos. Su show dejó claro que podría regresar sola y llenar un venue sin problema.

311: elegancia veterana

Los veteranos 311 tomaron el escenario y encendieron la nostalgia colectiva con “Beautiful Disaster”. Uno de los momentos más emotivos fue su interpretación del clásico de The Cure, “Lovesong”, que provocó un canto masivo. 311 demostró una vez más por qué su conexión con México es tan fuerte.

Bullet for My Valentine y la nostalgia de The Poison

Ante la cancelación de YUNGBLUD, Bullet For My Valentine salvó el día con un set especial para celebrar el 20 aniversario de The Poison. El público vivió uno de los momentos más intensos y melancólicos del festival: lágrimas, gritos, emoción pura. Para muchos, escuchar el álbum completo en vivo fue un sueño cumplido.

Limp Bizkit: el caos absoluto

Finalmente llegó el acto principal.
Limp Bizkit apareció con un show que marcó el inicio de su gira y el debut del nuevo bajista Richie Buxton, en reemplazo del querido Sam Rivers, a quien la banda homenajeó durante el concierto.

Sin dar tregua, comenzaron con un combo devastador:
“Break Stuff”, “Show Me What You Got”, “Hot Dog” y “My Generation”.
El Fray Nano explotó. Mosh pits por todos lados, fans brincando sin parar y una energía frenética que tomó por completo el recinto.

Tras una breve pausa con “My Way”, retomaron la locura con “Rollin’” y un emotivo momento interpretando “Re-Arranged” en honor a Rivers.

Uno de los instantes más memorables fue “Full Nelson”, cuando la banda subió a tres fans al escenario para cantar con ellos. Un cuarto fan, que grababa sin parar, provocó el enojo de Durst, quien terminó arrebatándole el celular y estrellándolo contra el suelo. Punk en estado puro.

La noche cerró con un estallido final: “Take a Look Around” y un segundo round de “Break Stuff” para despedir uno de los conciertos más brutales del año.

Limp Bizkit entregó un show frenético, explosivo y catártico. El cuerpo dolió al día siguiente, pero la sonrisa se mantuvo intacta.
El Luzerville Gringo Papi Tour dejó huella en la CDMX.

Gracias a MusicVibe por confiar en nosotros.