Judas Priest reclama su trono de Dioses del Metal en Arena CDMX

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Después de 7 años de no presentarse en la capital mexicana, Judas Priest tuvo un triunfal regreso a CDMX con un sold out en Arena CDMX

El pasado domingo 4 de mayo el Monsters Tour de Opeth y Judas Priest se apoderó de la Arena CDMX con un sold out que se anunció un día antes del concierto. Opeth arrancó minutos después de las 9 de la noche ante una Arena que ya se encontraba prácticamente llena, la banda de Mikael Åkerfeldt regresó a México con nuevo disco bajo el brazo, por lo que la expectativa era alta para ver a los suecos.

El show de Opeth inició con «§1» mismo tema que abre The Last Will And Testament, su más reciente producción; desde aquel inicio la gente se mostraba feliz y emocionada por ver a la banda de Estocolmo una vez más en Ciudad de México. La presentación continuó con «Master’s Apprentices» y otro tema de su nuevo álbum: «§3«. El vocalista y guitarrista se notaba feliz de regresar a tierras mexicanas, además de sentirse privilegiado de poder compartir escenario con Judas Priest, de quien comenta es fan desde la era de Ram It Down. La química de la banda con el público era increíble, hasta hubo un momento en el que Åkerfeldt felicitó a una fan por su cumpleaños diciéndole «happy birthday» desde el micrófono.

A pesar de haber sido un show corto, el público mexicano se mostró satisfecho con la presentación de Opeth quienes prometieron regresar a CDMX.

Pocos minutos después de las 10:30 de la noche comenzaba a sonar de fondo el tema «War Pigs» de Black Sabbath tema que anticipa la llegada del «sacerdote» a su altar ya montado en la Arena CDMX para iniciar su misa. El primer tema en sonar fue un himno de hermandad que lleva por nombre «Clarionissa» donde al mismo tiempo podíamos ver la manta que cubría la batería de Scott Travis; al terminar este intro la locura se desató en la arena con los primeros minutos de «Panic Attack» de su más reciente producción discográfica: Invincible Shield; en donde al levantarse la manta veíamos a la banda agrupada en los escalones que desembocaban de la batería de Travis.

La locura desatada entre los asistentes era completamente notoria al haber esperado por 7 años para tener en Ciudad de México nuevamente a los «metal gods«. El show continuaba con clásicos ochenteros de la banda como «You’ve Got Another Thin Coming», la poderosa «Rapid Fire», «Breaking The Law», «Riding On The Wind», y «Love Bites» en donde se apreciaban imágenes del Nosferatu de Robert Eggers. La gente no paraba de brincar y gritar con cada tema que Judas Priest ejecutaba, mostrándonos a un Rob Halford que, a pesar de sus 73 años, el cantante sigue dándolo todo en el escenario con gritos desgarradores y una voz potente que lo ha caracterizado a lo largo de sus más de 50 años de carrera.

A pesar de la poca interacción de Rob Halford con el público, el concierto nos llevaba a uno de los mejores shows que se han visto de Judas Priest en México. Temas setenteros como «Saints In Hell» y «Sinner» retumbaron en el corazón de cada asistente, pasando también por otro tema nuevo: «Crown Of Horns». «Turbo Lover» llegó para complacer a los fans amantes de la década de los ochentas, sonando completamente impresionante. Justo antes de ejecutar el tema que da nombre al más reciente álbum de la banda, Halford se tomó unos minutos para repasar y mencionar cada uno de los discos que conforman la discografía de Judas Priest, aunque por desgracia y lamentablemente los grabados por Tim «Ripper» Owens fueron completamente ignorados.

Un momento emotivo fue cuando en «Victim Of Changes» pudimos apreciar en las pantallas imágenes de Glenn Tipton, la guitarra líder de Judas Priest quien desde 2018 dijo adiós a las giras mundiales debido al mal de Párkinson que padece. La primera parte del show culminaba con «The Green Manalishi» en donde antes de iniciar el tema, Halford puso a vocalizar a las 18,000 almas que se encontraban en el venue; y por supuesto «Painkiller» que hizo retumbar cada rincón de la Arena. El «encore» iniciaba con «The Hellion» que es el preludio a «Electric Eye», finalizando el motor de la clásica Harley Davidson de Halford comenzó a escucharse haciendo temblar cada rincón de la Arena para inmediatamente aparecer Rob Halford montado sobre ella portando un sombrero charro, momento que desde luego se llevó una gran ovación por parte del público. La noche terminaba con «Living After Midnight», tema perfecto para terminar una noche frenética con Judas Priest al ser exactamente 12:30 de la madrugada del ya lunes 5 de mayo.

Al finalizar el último tema como es costumbre la banda regala plumillas y baquetas a los asistentes de las primeras filas, por su parte Rob Halford apareció con un bote lleno de dulces que comenzó a aventar para todos lados de la Arena, mientras en la pantalla podíamos ver el ya «clásico» anunció de «The Priest will’be back».

Sin duda alguna la espera para ver a Judas Priest nuevamente en Ciudad de México valió por completo la pena, y a pesar de la ausencia de las guitarras de toda la vida de la banda, tanto Richie Faulkner como Andy Sneap han demostrado porque fueron elegidos para cubrir esos puestos y seguirle dando vida al sonido del Sacerdote. ¿El último concierto de Judas Priest en México? algunos dicen que sí, otros dicen que no, pero lo que sí sabemos es que lo vivido el pasado domingo fue una cosa completamente brutal e inolvidable, y Halford y compañía regresaron para reafirmar quienes son los únicos y verdaderos «Dioses del Metal».

Fotos: Moisés Arellano

Edson Escalante

Miembro fundador de Pyromania, administrador de Judas Priest Fans México, he colaborado en medios nacionales e internacionales. Siempre trato de llenar mi playlist con buena música.

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