Reseña por: Ilse Medina

Fotos: Jocelyn Flores

El 1ro. y 2 de noviembre además de ser una fecha importante para todos los mexicanos por la celebración del Día de Muertos y el significado que esta trae, se llevó a cabo en el Estadio Fray Nano el Festival Hipnosis, un evento con propuestas diferentes a lo ya conocido y que nos presentan cada fin de semana en otros muchos eventos.

Desde el 2017 el Festival Hipnosis ofrece una experiencia alternativa con un concepto basado en la música y bandas “underground”, géneros como el post-punk, funk, psicodélicos y experimentales. Algo que marca la tendencia entre las bandas que participan en este festival es el uso de sintetizadores, además de los usuales instrumentos como guitarras, baterías y bajos algunos prueban con saxofón; violines, trompeta o violonchelos dando un plus al sonido de sus canciones.

En todas las ediciones que se ha llevado a cabo y con el cambio de sedes por las que ha atravesado, este año fue especial ya que optaron por hacerlo a lo grande, apostando por que fuera de dos días, trayendo a bandas como Molchat Doma, Motorama y The Horrors como las bandas principales, las cuales darían un cierre inolvidable y aquí es donde el post-punk ruso tomo la batuta.

La hora de entrada para los asistentes estaba pactada a las 14 horas y algo que lo hizo diferente a las demás ediciones es que la gente podría ir disfrazada lo cual muchos aprovecharon y presumieron su creatividad vistiéndose de sus personajes favoritos o que tuviera que ver con la atmosfera que incita el festival, lo oscuro y lo sombrío. Otras bandas que estuvieron presentes y que destacaron por sus presentaciones fueron: Fin del Mundo, Bala, Pavement con su primera visita a México, los talentosos mexicanos de Austin TV, The Budos Bands con toda una orquesta, los coreano-estadounidenses de Japanese Breakfast y el proyecto extra de Vladislav Parshin, Utro. Para sonidos diferentes estuvo Deafheaven con una combinación post- black metal y new gaze que hizo que todo el ambiente cambiara por completo, la zona general se convirtió en un campo de batalla para los más rudos haciendo el wall of death y el moshpit.

A pesar de las grandes propuestas que el Festival Hipnosis trajo este año, dejó mucho que desear en cuando a la producción, el audio en particular, ya que varias bandas presentaron fallas en el momento de sus presentaciones y en su mayoría las voces quedaron muy bajas, casi silenciadas, aunado a eso no hubo pantallas a los lados de los escenarios gemelos para la gente que disfrutaba del concierto desde las gradas. También no hubo suficientes vasos conmemorativos del 2025 y estuvieron dando de años pasados, cosa que no estuvo tan mal sin embargo si hubo una que otra queja de los asistentes.

La mayoría de los fans de este festival, el cual comentaron que: “Es uno de sus favoritos”, esperan mejoras en cuanto a producción ya que, el atino que han tenido con los artistas que lo componen ha sido siempre del agrado de los amantes de los diferentes géneros que explora el Festival Hipnosis.